Una patrulla de policía y un médico intervinieron de urgencia cuando los gritos de los padres alertaron de que la menor estaba ingiriendo la pinza; tras extraerla, la pequeña fue estabilizada y evacuada por los servicios sanitarios.
Durante una tranquila tarde en Valldemossa, Mallorca, se vivieron momentos de auténtico pánico cuando una niña de apenas dos años se quitó una pinza del cabello y se la introdujo en la boca, provocando una situación crítica de asfixia.
Los padres, al presenciar la escena, comenzaron a gritar desesperados.
Fue entonces cuando una patrulla de policía local y un médico que se encontraban en las inmediaciones acudieron al auxilio tras escuchar los gritos desesperados.
Los agentes junto con el facultativo iniciaron maniobras inmediatas para extraer el objeto, que obstruía las vías respiratorias de la menor.
Gracias a esta intervención rápida y coordinada, lograron desbloquear el conducto y permitir la oxigenación.
Posteriormente, llegó una ambulancia del servicio 061 que confirmó que la niña se encontraba fuera de peligro tras el incidente, si bien presentaba leves heridas en la zona bucal.
Los primeros informes indican que la niña, mientras caminaba con sus padres, extrajo la pinza del pelo que llevaba, introduciéndola sin darse cuenta en la boca.
Al ver que se desencadenaba una asfixia, la familia recabó ayuda inmediata.
Los agentes, auxiliados por el médico, actuaron con premura para evitar lo que pudo haber acabado en tragedia.
Afortunadamente, la menor ha podido recuperarse favorablemente.
Este incidente subraya la importancia de la vigilancia constante con objetos pequeños en manos de niños, y cómo la cooperación entre fuerzas de seguridad y personal sanitario puede marcar la diferencia entre un desenlace fatal o un rescate exitoso.
La rápida intervención en este caso evitó lo que pudo haber sido una tragedia familiar.