Un incendio forestal declarado en Peñalba de la Sierra (Guadalajara) ha sobrepasado los límites provinciales y ha entrado en Segovia en la madrugada, alcanzando más de 2.000 hectáreas quemadas. Las autoridades han declarado alerta de nivel 2 y ordenado evacuar el municipio de Riofrío de Riaza ante el riesgo inminente para la población.
Durante las primeras horas del domingo, el incendio originado en la zona de Pico del Lobo, en la provincia de Guadalajara, ha extendido sus llamas hacia Segovia, superando fronteras territoriales y obligando a activar medidas urgentes de protección civil.
Las llamas ya han consumido un área estimada de 2.000 hectáreas, según datos oficiales.
Ante la gravedad del avance, la administración regional ha elevado el nivel del incidente a “nivel 2”, lo cual implica la movilización de medios estatales e interterritoriales para hacer frente al siniestro.
En la zona de intervención operan seis cuadrillas terrestres, cinco autobombas, dos máquinas tipo bulldozer y dos brigadas helitransportadas (ELIF/BRIF), junto con recursos movilizados desde Castilla-La Mancha.
La proximidad del fuego al municipio de Riofrío de Riaza ha generado una alerta inmediata entre los habitantes.
Las autoridades han decidido evacuar el núcleo urbano y trasladar a los residentes al polideportivo de Riaza como medida preventiva, luego de que la Red de Alerta Nacional emitiera avisos urgentes para su comunidad.
Imágenes compartidas por medios locales muestran las llamas llegando cerca de la estación de esquí de La Pinilla, escenario en el que deben coordinarse los equipos de extinción con rapidez.
Además, la Agencia de Protección Civil y Emergencias de Castilla y León ha lanzado comunicados a través del sistema ES-Alert recomendando la suspensión de actividades al aire libre en zonas cercanas como La Pinilla, ante el “grave peligro” que representa el incendio.
Por su parte, el plan Infocam de Castilla-La Mancha ha restringido el acceso al Hayedo de Tejera Negra para evitar riesgos por humo y por la cercanía de las llamas.
Las autoridades advierten que las labores de extinción resultan especialmente complejas dadas las condiciones meteorológicas adversas: se esperan altas temperaturas y vientos variables que pueden favorecer la propagación.
El terreno montañoso y forestal hace más difícil el acceso de maquinaria pesada y personal, obligando a extremar las precauciones y redoblar esfuerzos entre las distintas administraciones.