Agentes rurales en Málaga han detectado dos nidos activos de un avispón invasor que hasta ahora no se había registrado en la provincia, lo que obliga a activar protocolos de control urgente ante el riesgo para la biodiversidad, la apicultura y la seguridad ciudadana.
En un descubrimiento sin precedentes para la provincia, los agentes rurales de Málaga han encontrado por primera vez nidos de una especie invasora cuya presencia supone una amenaza significativa tanto para el medio ambiente como para la población. Las dos estructuras halladas corresponden a un avispón agresivo que ataca a insectos locales y cuya picadura puede resultar peligrosa, especialmente para personas alérgicas.
Los nidos fueron localizados en zonas periurbanas: uno en el entorno de Arroyo Pachurraco, y otro próximo a la laguna de Jauría de Canes. La detección inicial fue realizada por un vigilante rural, quien alertó a los servicios especializados para que procedieran a una intervención controlada.
Riesgos y efectos esperados
Este avispón invasor, además de presentar un riesgo potencial para la salud humana, ejerce una notable presión sobre las poblaciones de abejas melíferas, que constituyen su presa frecuente. Dicha predación genera un impacto directo en la polinización local, con repercusiones negativas para cultivos, flora silvestre y producción apícola.
Desde los colectivos de apicultores y organizaciones agroambientales se advierte que la presencia simultánea de este avispón junto con otras especies invasoras agrava la competencia entre insectos, multiplicando el riesgo para los ecosistemas y para las colmenas existentes en la zona.
Medidas adoptadas y recomendaciones institucionales
Ante este hallazgo, las autoridades medioambientales ya han iniciado controles intensivos en el área. Se contempla el uso de drones con sensores térmicos para identificar más nidos ocultos, así como trampas con feromonas para capturar individuos reproductores. La eliminación de los nidos será llevada a cabo exclusivamente por equipos técnicos debidamente preparados, evitando cualquier manipulación por parte de particulares.
Se insta a la población a que comunique al 112 o a los servicios forestales locales cualquier avistamiento del insecto o nidos sospechosos. Además, se recomienda no acercarse ni intentar destruir por cuenta propia dichos nidos, pues el riesgo de picaduras es elevado en situaciones de perturbación del nido.
Este descubrimiento impone la necesidad de que la Administración autonómica y estatal colaboren eficazmente con los municipios y los actores del sector agrario para elaborar e implementar un plan de acción integral frente a esta especie invasora. La rápida respuesta será clave para contener su expansión y mitigar el daño que podría generar en ecosistemas, agricultura y salud pública.
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