Brote de sarna en una residencia de Laredo moviliza protocolo sanitario y genera críticas sindicales

Un trabajador y seis usuarios del Centro de Atención a la Dependencia (CAD) de Laredo han sido identificados como casos confirmados o sospechosos de escabiosis, lo que ha llevado a la activación inmediata de medidas de contención y el aislamiento dentro del centro de Cantabria.

En el CAD de Laredo (Cantabria), un brote de sarna ha sido detectado recientemente, afectando a un empleado y a seis residentes del centro, según información proporcionada por el Instituto Cántabro de Servicios Sociales (ICASS).

En cuanto se confirmó el primer caso, fue puesto en marcha el protocolo interno para contener la propagación de la infección conocida médicamente como escabiosis, según ha explicado la subdirectora del área de Dependencia, Patricia Blanco. 

Desde que se notificó el contagio, el centro ha adoptado una serie de medidas urgentes: los residentes con síntomas están siendo tratados y aislados; se ha restringido la movilidad del personal entre distintas plantas para evitar cruces innecesarios; además, se impuso un bloqueo de rotaciones entre trabajadores y se reforzó la formación informativa al equipo para reducir el riesgo de nuevos contagios. 

Sin embargo, esta actuación no está exenta de polémica.

El sindicato CSIF ha expresado su preocupación ante lo que considera una respuesta insuficiente del ICASS, en particular por la falta de medidas preventivas para quienes no presentan síntomas.

CSIF denuncia que algunos trabajadores han sido remitidos a acudir a sus médicos de cabecera para solicitar tratamientos profilácticos a su cargo, algo que el sindicato considera inadecuado al tratarse de un riesgo contraído en el ámbito laboral.

Además, reclama que la empresa o la mutua responsable asuma el coste de los tratamientos, especialmente frente a la recurrencia anual de estos brotes. 

La sarna, producida por el ácaro Sarcoptes scabiei, se transmite principalmente por contacto cutáneo directo.

Su síntoma más característico es un picor muy intenso, a menudo más acusado durante la noche. Aunque la transmisión por ropa u objetos personales es menos frecuente, no se puede descartar en algunos casos. 

Las autoridades del ICASS han subrayado que están evaluando la extensión del tratamiento profiláctico entre los trabajadores que puedan estar en riesgo, en función de evaluaciones médicas.

Mientras tanto, se mantiene el seguimiento estricto dentro del centro para evitar que la infección se propague a otros residentes o personal. 

Este episodio pone de relieve la importancia de contar con protocolos sólidos de prevención e intervención en centros de atención para personas dependientes, así como el debate sobre quién debe asumir los costes de la actuación preventiva y terapéutica cuando el origen del contagio está vinculado al entorno laboral.

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