Un lance fortuito durante el partido entre el Colindres y el Revilla derivó en un golpe en el que el guardameta sufrió una parada cardiorrespiratoria; a pesar de los esfuerzos médicos, falleció horas después en el hospital.
El mundo del fútbol modesto en Cantabria se encuentra conmocionado tras conocerse el fallecimiento de Raúl Ramírez, joven portero del Club Deportivo Colindres, a sus 19 años. El suceso tuvo lugar durante el partido de la cuarta jornada en el grupo III de la Tercera Federación entre el Colindres y el Revilla, cuando un lance inesperado entre jugadores provocó un golpe en una acción que acabó desencadenando una parada cardiorrespiratoria en el propio terreno de juego.
El árbitro detuvo el partido rápidamente ante la gravedad de la escena, y los servicios sanitarios presentes reaccionaron de inmediato. Raúl fue sometido a maniobras de reanimación en el estadio y, posteriormente, trasladado en estado crítico al hospital Universitario Marqués de Valdecilla, donde ingresó en la unidad de cuidados intensivos. Durante el trayecto y ya dentro de las instalaciones hospitalarias, sufrió una segunda parada cardiorrespiratoria que los médicos trataron de revertir. Pese a todos los esfuerzos sanitarios desplegados, las complicaciones superaron los medios disponibles, y finalmente se certificó su muerte.
El Club Atlético Perines y diversas entidades deportivas de Cantabria, junto con clubes locales y aficionados, han expresado su pesar por el desenlace y han trasladado sus condolencias a la familia, amistades y compañeros de Raúl. Su pérdida no solo golpea emocionalmente al Colindres, donde desplegaba sus cualidades bajo los palos con potencia y entrega, sino también a toda la comunidad futbolística de la región, que reconoce en él una promesa truncada.
Este triste episodio vuelve a poner de relieve la fragilidad de la vida incluso en el deporte y la importancia de contar con medidas de emergencia, personal formado y protocolos en eventos deportivos, por si aconteciera una urgencia médica extrema. En memoria de Raúl Ramírez, el fútbol cántabro desde sus clubes más modestos hasta las instituciones se une en duelo, con la esperanza de honrar su nombre mediante mayores apoyos y atención a los jóvenes talentos que sueñan con defender una portería algún día.