La familia del joven portero cántabro fallecido dona sus órganos para salvar vidas

El fútbol cántabro se encuentra de luto tras el fallecimiento de Raúl Ramírez Osorio, portero del Club Deportivo Colindres, quien perdió la vida a los 19 años tras sufrir un golpe en la cabeza durante un encuentro de la Tercera División RFEF frente al CD Revilla.

El incidente ocurrió el pasado sábado en el estadio El Crucero, cuando, en el minuto 63 del partido, Ramírez colisionó accidentalmente con un delantero rival al lanzarse a por un balón que terminó en gol.

El impacto provocó una parada cardiorrespiratoria que requirió intervención inmediata. Gracias a la rápida actuación de su entrenador, Rafa de la Peña, y de una estudiante de Enfermería presente en la grada, el joven futbolista pudo ser estabilizado hasta la llegada de los servicios de emergencia.

Tras ser trasladado al Hospital Universitario Marqués de Valdecilla en Santander, Ramírez sufrió una nueva parada cardiorrespiratoria durante el trayecto, lo que agravó su estado. A pesar de los esfuerzos médicos, el guardameta permaneció en estado crítico y, finalmente, se declaró su fallecimiento.

En un acto de generosidad y solidaridad, la familia de Raúl Ramírez ha decidido donar sus órganos, permitiendo que su legado de vida continúe en otras personas. La Real Federación Cántabra de Fútbol ha decretado tres días de luto y un minuto de silencio en todos los partidos, en homenaje a su memoria.

Raúl Ramírez Osorio nació en Santoña el 1 de enero de 2006 y residía en Santander, donde cursaba estudios en el Centro de Alto Rendimiento Deportivo (CADIF). Su trágica partida deja un vacío en la comunidad deportiva cántabra, que lamenta profundamente su pérdida.

Desde el Club Deportivo Colindres, se expresan las más sinceras condolencias a la familia, amigos y compañeros de Raúl Ramírez, y se agradece el ejemplo de altruismo demostrado en estos momentos tan difíciles.

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