Un fuerte seísmo azotó la costa de Cebú y zonas adyacentes en Filipinas, dejando al menos 20 personas muertas, decenas de heridos y cuantiosos destrozos. La profundidad del fenómeno y las réplicas generadas agravan la situación, mientras las autoridades locales movilizan equipos de rescate y evalúan los daños.
Un potente terremoto de magnitud 6,9 en la escala de Richter se registró recientemente frente a la costa de la ciudad de Cebú, en Filipinas, provocando una tragedia con al menos 20 fallecidos y un número indeterminado de heridos que podría aumentar conforme se avanza en las labores de búsqueda y auxilio.
El sismo, con una profundidad estimada de 10 kilómetros, tuvo efectos sentidos en muchas zonas circundantes, produciendo cortes eléctricos, destrucción parcial de edificaciones y perturbaciones en la infraestructura urbana. Autoridades locales reportaron que varios edificios y carreteras sufrieron daños considerables, dificultando el acceso a algunas áreas afectadas.
A raíz del movimiento telúrico se han registrado múltiples réplicas, siendo una de magnitud 6 como la más intensa. Los organismos sismológicos filipinos han advertido que podrían ocurrir más eventos secundarios, lo cual incrementa la preocupación entre la población local y los equipos de emergencia.
Las labores de rescate se han desplegado con urgencia, enfocándose en localizar sobrevivientes entre los escombros y proporcionar atención médica inmediata a los heridos. Las interrupciones en el suministro eléctrico y los daños estructurales representan desafíos adicionales para los equipos de respuesta.
Filipinas se encuentra situada dentro del “Cinturón de Fuego” del Pacífico, una zona de alta actividad sísmica y volcánica, lo que la vuelve especialmente vulnerable a este tipo de fenómenos naturales. Las autoridades han llamado a la calma y exhortan a la ciudadanía a mantenerse alerta ante potenciales réplicas y a seguir las indicaciones oficiales para garantizar la seguridad de todos.
