A los 27 años, Patricia Keller falleció tras más de un año enfrentando un cáncer agresivo. Su valentía al documentar el proceso conmocionó a seguidores y colegas médicos.
La madrugada del 16 de septiembre, en Cuiabá (Brasil), se apagó una voz que muchos escuchaban con admiración: Patricia Keller Pereira, médica e influencer, falleció después de una prolongada y dolorosa lucha contra un cáncer raro y agresivo.
Con apenas 27 años, su partida deja un silencio difícil de llenar en quienes siguieron su camino, sus esperanzas y sus desvanecimientos.
Desde que comenzó a perder movilidad en su brazo derecho, a comienzos de 2023, Patricia supo que algo grave acechaba.
Lo que primero parecía una dolencia leve se transformó en la confirmación de un diagnóstico devastador: rabdomiosarcoma, un tumor que afecta los tejidos musculares y que en su forma fue implacable.
Durante más de un año soportó los embates del tratamiento: cirugías, quimioterapias, hospitales, recaídas y esperanzas truncadas.
En ese trayecto, no se recluyó al dolor: al contrario. Usó sus perfiles en redes sociales para mostrar lo que muchos ocultan ante el temor y el estigma.
Perdió el cabello, sintió el desgaste físico, luchó con el ánimo… pero también compartió momentos de ternura, frases de aliento y su compromiso reciente con su pareja Hugo, anunciado públicamente en julio de 2025.
Sus seres queridos relatan que en los últimos días su salud empeoró abruptamente: surgieron nuevas metástasis, su cuerpo cedió, y apareció la necesidad de asistencia respiratoria.
En uno de sus últimos gestos hacia su madre, Patricia pidió perdón, expresó su amor y confesó que ya no podía continuar soportando el sufrimiento.
Hoy, Patricia Keller no es solo una historia de dolor: su vida se convierte en símbolo de transparencia, valentía y resiliencia.
Sus mensajes finales “mi historia no es solo mi cáncer” entre ellos trascienden lo personal y resuenan como llamado colectivo a la empatía, a visibilizar las enfermedades poco frecuentes y a reconocer el coraje de quienes las enfrentan públicamente.
Las condolencias y homenajes le han llegado desde distintos ámbitos: colegas médicos, pacientes, usuarios de sus redes…
Patricia deja un vacío emocional profundo, pero también un legado de lucha compartida.
Que su ejemplo inspire más comprensión, menos silencio y que su voz siga presente en quienes buscan esperanza en medio de la adversidad.