La monarca, de 95 años, ha enfermado después de que se confirmara su contacto directo con su hijo mayor y heredero, Carlos, príncipe de Gales, antes de que éste diera de nuevo positivo por coronavirus.
«Su Majestad está experimentando síntomas leves parecidos a los de un resfriado, pero espera continuar con tareas ligeras en Windsor durante la próxima semana», ha explicado el Palacio Real en el comunicado.
Las fuentes de la cadena británica apuntan que la monarca ha recibido la pauta completa de la vacuna contra el coronavirus más una dosis de refuerzo.