La gira de despedida del popular dúo gaditano Andy y Lucas vive su momento más tenso a pocos días de su cierre en Madrid tras la cancelación de un concierto en A Coruña, lo que ha desatado declaraciones contundentes por parte de Andy Morales sobre el futuro del grupo.
La esperada gira “Nuestros últimos acordes”, concebida como el gran epílogo de más de dos décadas de éxitos, enfrenta una crisis irreparable en su tramo final. A solo días de su concierto de despedida en Madrid, la decisión de suspender la presentación prevista en A Coruña para el 5 de octubre ha encendido las alarmas entre seguidores y medios. La promotora Cersa Music atribuye la cancelación a “problemas en la producción del concierto”, aunque esta versión choca con los recientes discordantes pronunciamientos públicos de los miembros del dúo.
Andy Morales, visiblemente afectado, ha hecho declaraciones que dan cuenta de su frustración: “Lo he pasado muy mal desde mayo. Incluso habría suspendido la gira”, enfatizó en un medio local, subrayando que el desgaste ha ido más allá de los inconvenientes técnicos. Con estas palabras, alimenta las conjeturas sobre una fractura grave en la relación artística y personal que compartía con Lucas González.
El trasfondo de la tensión incluye enfrentamientos verbales en entrevistas y redes sociales. Lucas ha cuestionado la disciplina y el compromiso de Andy, mientras que éste ha respondido con mensajes sutiles en sus plataformas digitales: “Toda deuda se paga” o “mi valor no depende de su aprobación”, frases que han sido interpretadas como indirectas críticas.
Además, fuentes cercanas aseguran que Andy siente que ha sido objeto de engaños por parte de Lucas, lo cual habría minado la confianza mutua. Las versiones indican que Andy sospecha ocultamientos de información que habrían influido gravemente en la relación profesional.
No menos importantes son los factores personales de salud que han impactado al dúo. Lucas padece una cardiopatía que le obliga a moderar el estrés, también atravesó una operación estética nasal cuyo resultado no fue el esperado, contribuyendo al desgaste emocional. Ambos reconocen que estos elementos jugaron un papel decisivo en la determinación conjunta de terminar su trayectoria musical juntos.
En este contexto explosivo, Andy admite que no vislumbra un regreso inmediato: “No puedo asegurar que vayamos a volver; ahora te diría que no, siento que es una etapa que debo cerrar”. A pesar de la volatilidad del desenlace, mantiene un homenaje íntimo a los 22 años compartidos con Lucas, resaltando los momentos más emotivos y los hitos artísticos alcanzados. Sin embargo, deja claro que su hoja de ruta individual podría comenzar en solitario, a falta de garantías de recobrar la armonía previa.
La conmoción y el seguimiento mediático se han intensificado: desde el acoso de paparazzis hasta debates televisivos y oleadas de opiniones en redes sociales. La separación implícita de Andy y Lucas ha dejado de ser un rumor musical para convertirse en un suceso cultural en España, que marca el abrupto final de uno de los dúos emblemáticos del pop nacional.
