Un tribunal de Cantabria ha impuesto una pena de 23 años de prisión a un hombre que reconoció haber abusado sexualmente de dos de sus hijas desde que ambas eran menores de edad. La sentencia se acordó tras un pacto entre la Fiscalía, la defensa y las acusaciones, y contempla indemnizaciones a las víctimas por los daños morales sufridos.
La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Cantabria ha condenado a un hombre a 23 años de prisión por cometer agresiones sexuales continuadas sobre dos de sus hijas, hechos que comenzaron cuando las víctimas tenían apenas diez años y se prolongaron durante varios años.
El acusado reconoció los hechos al inicio del juicio y aceptó la pena acordada, que quedó reducida respecto a las solicitadas inicialmente por la Fiscalía y la acusación particular. La sentencia establece 14 años y 3 meses de cárcel por los abusos a la hija mayor y 8 años y 9 meses por los tocamientos a la hija menor, delitos por los cuales también se le ha privado de la patria potestad sobre la menor durante seis años.
Además de la pena de prisión, el fallo judicial incluye medidas de alejamiento que impedirán al condenado acercarse o comunicarse con la hija mayor durante 18 años y con la menor durante 15 años, así como una libertad vigilada de veinte años y la inhabilitación para trabajar con menores por más de 34 años.
El tribunal ha acordado también que el agresor reconozca una indemnización por daños morales de 30.000 euros, de los cuales 20.000 euros corresponderán a la hija mayor y 10.000 a la menor, importes que estaban incluidos en la petición fiscal y contaron con el apoyo de la abogada de las víctimas.
Los hechos salieron a la luz cuando las niñas se lo contaron a su madre, quien presentó la denuncia ante las autoridades. En el desarrollo del caso, el hombre, que se encontraba en prisión provisional, decidió aceptar la culpabilidad y el acuerdo de conformidad con las penas propuestas.
Este caso pone de manifiesto la gravedad de los delitos de abuso sexual en el entorno familiar y el peso que la Justicia otorga a estos crímenes cuando afectan a menores, aplicando penas severas y medidas de protección a largo plazo para las víctimas.
