Europa volvió a mirar al cielo anoche. En un espectáculo tan inusual como fascinante, distintas zonas del continente incluida España fueron testigo de un fenómeno reservado casi siempre a los confines del norte: las auroras boreales.
Tonos verdes, rosados y violetas dibujaron el firmamento, sorprendiendo a miles de personas que no dudaron en capturar el momento y compartirlo en redes sociales.
El fenómeno, explican los expertos, se debe a una fuerte tormenta geomagnética provocada por una eyección de masa coronal del Sol.
Este tipo de eventos, aunque infrecuentes en nuestras latitudes, pueden extender las auroras mucho más al sur de lo habitual, generando un espectáculo visible incluso a simple vista en varias comunidades españolas.
Desde Galicia hasta Aragón, pasando por Castilla y León y Cataluña, numerosos observadores reportaron haber visto el cielo teñido de luces danzantes poco después del anochecer.
Los científicos recuerdan que este tipo de manifestaciones solares, además de su belleza, son un recordatorio de la intensa actividad que el Sol está experimentando en los últimos meses.
Aunque efímeras, las auroras dejan una estela de asombro y un mensaje compartido: mirar al cielo sigue siendo, a veces, la mejor manera de entender lo extraordinario que puede ser nuestro propio planeta.
