Expertos alertan sobre signos poco comunes de la nueva variante de la gripe que no deben pasarse por alto

La variante K del virus de la gripe, que se ha extendido rápidamente en Europa y otras regiones, adelanta la temporada anual de influenza y presenta una serie de síntomas atípicos que, según profesionales sanitarios, requieren atención médica y no deben ser ignorados por la población general

En el marco de un aumento inusual y temprano de los casos de gripe este invierno, provocado por la expansión de la denominada variante K del virus A(H3N2), distintos especialistas han subrayado la importancia de identificar síntomas que no siempre se asocian con la gripe común y que pueden indicar complicaciones más serias.

Esta variante, ahora dominante en buena parte de Europa y con presencia creciente en diversos países, ha adelantado la llegada de la epidemia y ha llevado a las autoridades sanitarias a reforzar las campañas de vacunación y las recomendaciones de vigilancia clínica. 

Según médicos consultados, varios signos que muchos pacientes podrían considerar leves o aislados en el contexto de un resfriado estacional podrían en realidad ser señales de alarma.

Entre estos se encuentran dificultades respiratorias o dolor en el pecho, que pueden sugerir el inicio de una infección más profunda como una neumonía.

Asimismo, una fiebre persistente más allá de los cinco días tradicionales del curso gripal debería motivar una evaluación médica urgente, dado que podría reflejar complicaciones bacterianas adicionales. 

Otro aspecto relevante que los sanitarios han destacado es la aparición de confusión mental o desorientación, síntomas no habituales en un cuadro gripal típico y que podrían indicar problemas serios como niveles bajos de oxígeno o deshidratación severa.

Igualmente, casos en los que los pacientes experimentan una mejora seguida de un empeoramiento brusco del estado general exigen atención médica inmediata, ya que esto podría señalar la evolución hacia bronquitis u otras infecciones secundarias. 

Dolores musculares intensos o inusuales también figuran entre los signos que no deben subestimarse, especialmente si interfieren con la realización de actividades cotidianas o se acompañan de otros síntomas atípicos.

Estos dolores, aunque pueden ser confundidos con la típica mialgia asociada a la gripe, en algunos casos están vinculados a procesos inflamatorios más complejos que requieren supervisión clínica. 

Las autoridades de salud continúan recomendando la vacunación anual como medida preventiva eficaz, especialmente para los grupos de riesgo como mayores de 65 años, personas con enfermedades crónicas y trabajadores sanitarios.

Aunque la composición de las vacunas puede no coincidir perfectamente con las mutaciones de la nueva variante, las evidencias disponibles sugieren que la inmunización sigue siendo una herramienta clave para reducir la gravedad de los casos y la presión sobre los sistemas de salud. 

Ante el contexto actual, los expertos insisten en la importancia de no ignorar signos que se aparten de los patrones habituales de una gripe leve; actuar con rapidez ante síntomas inusuales puede hacer la diferencia entre un cuadro benigno y complicaciones graves, potencialmente evitables con una atención adecuada.  


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