Un trágico suceso ocurrido en el barrio de Campanar de Valencia el pasado martes 11 de noviembre se ha saldado con la muerte de un menor de dos años quien, según los primeros informes, se atragantó con un anacardo. Pese a la rápida llegada de los equipos de emergencia, el niño no pudo ser salvado.
Un niño de apenas dos años de edad ha perdido la vida a causa de un atragantamiento con un fruto seco en el barrio de Campanar, Valencia.
Según recogen los informes preliminares, el menor habría ingerido un anacardo que le ofreció otro niño de mayor edad mientras jugaban en un parque de la citada zona.
El suceso se produjo alrededor de las 17:00 horas del pasado martes, momento en el que se movilizó al menor inconsciente al solicitarse la intervención del CICU (Centro de Información y Coordinación de Urgencias).
A la espera de la llegada de los servicios sanitarios, los operadores ofrecieron instrucciones telefónicas sobre la reanimación inicial que debía realizarse en el lugar.
Una unidad del SAMU, junto con otras de soporte vital avanzado (SVA) y soporte vital básico (SVB), acudieron al parque para asistir al menor.
Una vez en el lugar, los equipos sanitarios practicaron maniobras de reanimación cardiopulmonar avanzada, aplicando técnicas de soporte vital, y rápidamente procedieron a trasladarlo al Hospital La Fe de Valencia.
Lamentablemente, el niño falleció durante el traslado.
Este trágico episodio pone de relieve el riesgo que pueden suponer los frutos secos y otros alimentos de consistencia firme en infancia temprana, especialmente cuando se consumen sin la supervisión adecuada o en contextos de juego.
Autoridades sanitarias hacen hincapié en la necesidad de una vigilancia constante en los niños pequeños y en la formación básica para actuar ante casos de atragantamiento, que pueden derivar en desenlaces fatales si no se atienden de manera inmediata.
La familia del menor se encuentra recibiendo el acompañamiento psicológico y emocional necesario en estos momentos de dolor.
Desde los servicios de salud y emergencias recuerdan a los ciudadanos la importancia de conocer maniobras básicas como la de Heimlich o la RCP y de mantener alejados de bebés y niños pequeños alimentos pequeños, duros o redondos que puedan constituir riesgo de obstrucción de vía aérea.
Desde el Ayuntamiento de Valencia y los servicios sanitarios anuncian además una campaña informativa para sensibilizar a los cuidadores sobre esta realidad y promover buenas prácticas de nutrición y supervisión en menores de edad.
Este lamentable hecho se suma a la serie de incidentes que subrayan cómo una situación que puede parecer de poco riesgo puede transformarse rápidamente en una emergencia médica de carácter crítico.
Las autoridades locales expresan su más sentido pésame a los familiares y reiteran el compromiso de reforzar la prevención para evitar que se repitan tragedias similares.
