Ante el avance de la borrasca extratropical Gabrielle por la Península, el ministro de Transportes, Óscar Puente, ha lanzado una crítica directa hacia el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, evocando la actuación del Gobierno autonómico durante la DANA que azotó la región.
Puente ha empleado su perfil en redes sociales para comentar las alertas emitidas por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) en el contexto de la intensificación de lluvias previstas en la Comunitat Valenciana.
Con tono incisivo y mordaz, ha insistido en que la administración autonómica debería rendir cuentas sobre su capacidad de respuesta ante fenómenos adversos.
El ministro ha llegado a interpelar retóricamente si Mazón “ha reservado mesa en El Ventorro”, en alusión al restaurante en el que supuestamente se encontraba durante la etapa crítica de la DANA.
Esa frase, según Puente, simboliza una desconexión con la realidad de una comunidad azotada por inundaciones, que demandaba presencia institucional.
Durante los momentos más complicados de la DANA, Mazón fue objeto de críticas por su ausencia en el territorio valenciano.
Aquel episodio quedó marcado como un flanco político que los socialistas continúan reivindicando como evidencia de falta de liderazgo local en emergencias.
Desde el PP valenciano replican que la referencia a aquel episodio responde a un uso partidista de la tragedia, desvinculado de la gestión actual.
Este cruce político se produce en un momento de movilización institucional, con la Generalitat y Protección Civil activando medidas preventivas y recomendando a la población evitar desplazamientos y restringir la salida de los hogares salvo en casos esenciales.
Durante toda la jornada, las autoridades han reforzado el dispositivo de emergencias: se ha incrementado la atención telefónica del 112 y se han desplegado puntos de vigilancia en zonas vulnerables como el Barranco del Poyo o el entorno de la presa de Buseo.
Mientras tanto, Mazón se encontraba en Murcia participando en un acto político, apoyado públicamente por el presidente nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, quien ha reafirmado su respaldo al liderazgo autonómico.
Este enfrentamiento discursivo evidencia cómo los fenómenos meteorológicos más allá de su dimensión climática se han convertido en escenarios de confrontación política.
Para el PSOE, la ausencia institucional en momentos extremos constituye un símbolo de responsabilidad eludida; para el PP, se trata de un intento de reapertura de debates superados y desvinculados de la realidad actual.