España enfrenta la peor ola de incendios forestales de su historia
España atraviesa una grave crisis medioambiental debido a una ola de incendios forestales sin precedentes que ha arrasado más de 115.000 hectáreas en apenas seis días. Las provincias más afectadas incluyen León, Zamora, Ourense, Cáceres, Extremadura y Galicia, donde se mantienen activos 38 focos de fuego, algunos de ellos en nivel 2 de gravedad.
El incendio de Molezuelas de la Carballeda, en Zamora, se ha convertido en el más devastador de la historia reciente, con más de 38.000 hectáreas calcinadas. Este fuego ha obligado a la evacuación de más de 8.000 personas de al menos 30 localidades, muchas de las cuales han encontrado refugio en polideportivos y albergues habilitados con urgencia.
Además de las pérdidas materiales, la ola de incendios ha cobrado la vida de al menos tres personas, incluyendo un voluntario en Molezuelas de la Carballeda. El humo y las llamas han interrumpido el tráfico en diversas zonas, incluyendo cortes en la autovía A-52 y en la nacional N-525, y han obligado a suspender el servicio ferroviario entre Madrid y Galicia.
La situación ha llevado al Gobierno a solicitar ayuda a la Unión Europea, y más de 3.400 efectivos, incluyendo la Unidad Militar de Emergencias y ayuda internacional, como dos hidroaviones enviados por Francia, están trabajando en la extinción de los incendios.
La familia real española, actualmente de vacaciones en Grecia, ha expresado su preocupación por la situación y ha mantenido contacto con los presidentes autonómicos para ofrecer su apoyo.
La ola de incendios de 2025 ha superado ya el triple de hectáreas quemadas en comparación con todo el año anterior, lo que pone de manifiesto la gravedad de la crisis medioambiental que enfrenta el país.
Las autoridades instan a la población a seguir las recomendaciones de seguridad y a mantenerse informada a través de los canales oficiales.
España enfrenta una crisis sin precedentes por incendios forestales
España se encuentra en una situación crítica debido a una ola de incendios forestales que ha arrasado más de 115.000 hectáreas en tan solo seis días. La sexta jornada consecutiva de fuegos ha cobrado la vida de tres personas y ha complicado el inicio de la Operación Salida, con el corte de decenas de carreteras y algunas vías ferroviarias. Las autoridades han arrestado a cinco personas como presuntos autores de algunos de los incendios.
Uno de los focos más preocupantes se encuentra en Cáceres, donde el incendio desatado en Jarilla sigue descontrolado. Hasta el momento, 4.800 hectáreas han quedado calcinadas, y miles de afectados han tenido que abandonar sus casas. La situación ha llevado a Extremadura a solicitar la ayuda de la Unidad Militar de Emergencias (UME). En la comarca, tres pueblos continúan desalojados, y la Guardia Civil ha comenzado a multar por desobediencia a quienes se niegan a abandonar sus domicilios.
En Castilla y León, otra de las comunidades más afectadas, se registran 20 incendios activos. El fuego en Chandrexa de Queixa, en Ourense, se ha convertido en el segundo más grande de la historia de Galicia. La situación continúa siendo crítica mientras los servicios de emergencia trabajan para controlar los incendios y restablecer las comunicaciones.
La ola de incendios ha desbordado los recursos disponibles y ha expuesto la falta de preparación para enfrentar estas catástrofes recurrentes. Bomberos y voluntarios, muchos con condiciones laborales precarias, denuncian la escasez de medios y la ausencia de avances en años recientes. Asimismo, se critica la falta de liderazgo estatal en la coordinación de las respuestas, pese a que la competencia principal es autonómica. Se subraya la necesidad de un debate profundo y una mejor preparación ante futuros veranos devastadores.