Este viernes 2 de septiembre, durante el Deluxe, Telecinco proyectó el segundo capítulo de En el nombre de Rocío, la segunda parte de la docuserie de Rocío Carrasco. Así, y bajo el título de Te tengo que estar queriendo hasta después de la muerte, Rocío Carrasco retrató una vez más a sus tíos, Gloria Mohedano y Amador Mohedano.
De hecho, llegó a articular que habían sido los culpables del divorcio de sus padres, pues Pedro Carrasco no los aguantaba y Rocío Jurado no le daba su lugar.
En el año 83, Rocío Jurado confesó en una entrevista que había mantenido una seria conversación con Pedro Carrasco en la que se advirtieron que debían pasar más tiempo juntos.
Le pregunté a mi padre por qué se separó de mi madre y me dijo: “tu tía Gloria y tu tío Amador” #EnElNombreDeRocio2 #ViernesDeluxe pic.twitter.com/02Cop63lLi
— Señor del antifaz🔻🏳️🌈✵ (@MenervaPiquero) September 2, 2022
Sin embargo, esto fue imposible debido a que, en la familia, había muy poca intimidad. «Mi padre se casó con ella, no con su familia, él quería estar con ella, no con todos. Mi madre antepuso su familia, sus hermanos, a mi padre. Se vio ninguneado por los hermanos de mi madre. Se vio que no tenía ni voz ni voto, daba igual lo que opinase».
En la misma línea, el hermano de Pedro Carrasco añadió en los totales del documental: «Había mucha gente en casa, pero siempre se dice que el casado, casa quiere. Se necesita una intimidad. La familia tiene que venir, sí, pero tanto ya cansa un poco, y Pedro estaba cansado de eso».