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Tremenda explosión cerca de la central nuclear de Zaporiyia

El OIEA inspecciona Zaporiyia mientras se suceden ataques en las regiones donde se ubican el resto de plantas atómicas

Los expertos del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) han detectado durante su visita a la central nuclear de Zaporiyia pruebas de que ha sufrido bombardeos, lo que demuestra que «se ha violado la integridad física del edificio» a pesar del riesgo que ello supone.

El director general de la agencia, Rafael Grossi, expuso anoche de vuelta en Austria algunas de las comprobaciones realizadas. Los expertos vieron restos de impactos y otras marcas en los edificios, algo inaceptable en palabras de Grossi.

El jefe del OIEA aclaró, no obstante, que los principales elementos que garantizan la seguridad de la central siguen funcionando y dijo no tener constancia de que las autoridades rusas hubiesen ocultado nada durante la misión

Desde que comenzó la invasión rusa en Ucrania, una de los principales temores de la comunidad internacional ha sido que se tomara como objetivo las centrales nucleares. Un miedo que se materializó en los primeros días del pasado mes de marzo, cuando las tropas del Kremlin se hicieron con el control de las instalaciones de Zaporiyia, la mayor de Europa. A raíz de aquella toma, la preocupación ante el riesgo nuclear afloró en Occidente, aún con el recuerdo reciente de la catástrofe de Chernóbil.

Los ataques han continuado durante estos meses en la región de Zaporiyia, lo que ha elevado la alerta. Autoridades de diversos países (como Ucrania, Francia y el Reino Unido, entre otros) han solicitado en reiteradas ocasiones, por un lado, la implicación del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) para verificar la seguridad del sistema y, por otro, la habilitación de una zona desmilitarizada alrededor de la planta atómica. «Hablando en términos más generales, debería preocuparnos que las instalaciones atómicas sean objetivos militares, porque existen riesgos reales de un accidente nuclear», indica a la BBC el doctor Graham Allison, experto en seguridad nuclear de la Universidad de Harvard.

El peligro es real, aunque la seguridad de lugares como estos también son potentes. Claire Corkhill, una experta en materiales nucleares de la Universidad de Sheffield, señala al mismo medio que hay diversos mecanismos para evitar riesgos de radiactividad. «Si hubiera un incendio dentro del edificio del reactor, los sistemas automáticos de seguridad lo extinguirían instantáneamente», explica. «Una explosión solo ocurriría si hubiera una fusión nuclear, que podría ser causada por una falla en el suministro de electricidad al sitio y un daño en los generadores de respaldo». Solo si eso ocurriera en una planta de energía nuclear en funcionamiento, «entonces podría haber una explosión como la que ocurrió en Fukushima» en 2011.

En las últimas semanas tanto las autoridades ucranianas como las del OIEA afirmaron que la situación estaba «bajo control» y que aún no se habían dado «fugas de radioactividad», aunque en alguna ocasión sí se ha desconectado la planta de la electricidad por precaución.