Los hechos sucedieron el pasado 21 de agosto, sobre las 12:00 horas, tras una primera llamada que sobre las 11:30 horas de la mañana realizaron al teléfono de emergencias 091 cinco vecinos residentes en casas cercanas a la de la afectada, ubicada en la histórica barriada de Torresoto, en el distrito sur de la ciudad.
En este sentido, los vecinos manifestaban que hacía al menos cinco días que no veían salir a su vecina de su casa, lo que les resultaba «muy extraño», y que, además, habían llamado en reiteradas ocasiones al domicilio sin conseguir ninguna respuesta y sin poder escuchar ningún ruido, temiendo que le hubiera podido ocurrir algo en el interior.
Una patrulla de la Policía Nacional se desplazó al lugar entrevistándose con los vecinos y vecinas, a la vez que identificaba plenamente a la moradora de la vivienda e intentaba la comunicación con la misma. Así, todos estos esfuerzos resultaron «infructuosos» y recogieron, además, otros indicios e informaciones que apuntaban a que era posible que la residente hubiera sufrido un accidente o una enfermedad repentina dentro de su propia vivienda.
En base a esta situación y ajustándose a la legislación vigente, se decidió la entrada en la vivienda por propia autoridad en base a una razonable e inminente situación de riesgo para la vida e integridad física de las personas.
Al encontrarse todos los accesos perfectamente cerrados y contando con rejas en todas las ventanas, se optó por solicitar la presencia de los bomberos los cuales rápidamente acudieron y forzaron la puerta principal de la vivienda franqueando el paso a los agentes.
Los policías nacionales llevaron a cabo un rápido registro de las estancias de la casa, localizando a la señora en una de las habitaciones superiores, tumbada en el suelo e inconsciente, cubierta por el mueble de una librería volcado sobre ella y por numerosos libros que cubrían su cuerpo casi por completo.
Así, los policías solicitaron de urgencia en el lugar un recurso sanitario UVI del 061 y procedieron con extremo cuidado a retirar los objetos que cubrían a la afectada. La mujer tenía sus constantes vitales muy deterioradas, el pulso muy débil y estaba respirando con mucha dificultad, por ello, la aplicaron los primeros auxilios hasta la llegada de los efectivos sanitarios.