Gran gesto que unos padres han hecho en el hospital Gregorio Marañón, Madrid,.
En el sexto mes de gestación, los padres fueron informados de que su bebé moriría, debido a una malformación genética, la cual es difícilmente compatible con la vida. Sin embargo, lejos de dar por finalizado el embarazo, decidieron llegar hasta el noveno mes, pues querían donar los órganos del pequeño.
Una vez tomada la decisión, el centro sanitario llevó a cabo tres meses de apoyo y acompañamiento para hacer menos complicado el fin de este embarazo. «Emociona muchos ver que unos padres a los que acabas de decirle que su hijo va a morir, venga con la idea de donar y dar sentido a otras vidas», afirma una doctora del Gregorio Marañón.
Durante el parto, tal y como habían sido informados, el bebé nació sin vida. Tras esto, comienza el complejo trasplante de las válvulas cardiacas con un bebé fallecido antes de nacer. Esta intervención es la primera vez que se hace en España.