Málaga y Cádiz perderán la mitad de su producción apícola y en dos años la especie invasiva se asentará en toda la comunidad andaluza.
El avispón oriental, una especie invasiva letal para las colmenas y los frutales, se propaga a velocidad de vértigo por Andalucía. En solo cinco años, se ha convertido ya en el enemigo número uno de los apicultores de Málaga y Cádiz, donde han causado estragos devastadores en, al menos, el 30% de las colmenas, según datos suministrados por la organización agraria COAG Andalucía. Solo en Málaga, han aniquilado más de 500 panales y muchos otros han sufrido daños de consideración.
El primer avispón oriental fue detectado en España en 2013 en València. Cinco años después fue identificado un nuevo ejemplar en Algeciras, adonde previsiblemente llegó incrustado en algún cargamento del puerto gaditano. Desde entonces, su crecimiento ha sido vertiginoso por gran parte de la costa andaluza. El himenóptero es nativo del Mediterráneo oriental y Asia. Duplica en tamaño a la abeja común y la reina puede alcanzar los 30 milímetros de largo. Aunque su alimento básico es la miel y las abejas, también devora insectos de todo tipo y ataca a las frutas ricas en azúcares.
«Aquí está la cosa muy complicada», anuncia Antonio Vázquez, responsable andaluz de la sección de apicultura en COAG. «Hace dos años se veían esporádicamente, pero ahora hay nidos por todos lados y los bomberos no dan abasto para retirarlos», asegura en relación a la provincia de Málaga. El avispón oriental suele anidar en el suelo y en las inmediaciones de los núcleos urbanos. También se instala en persianas y otras oquedades de zonas habitadas.
Las reinas salen del letargo en primavera y es entonces cuando comienzan a construir el nido. En mes y medio, las larvas se convierten en obreras y en otoño la colonia alcanza su máxima plenitud, con más de 400 ejemplares por comunidad. La velocidad de reproducción, por lo tanto, es particularmente alta y en pocas temporadas son capaces de colonizar territorios muy amplios. Los expertos recomiendan atajar el proceso de reproducción en primavera, cuando las reinas preparan su refugio.
Las organizaciones agrarias se sentaron con la administración andaluza cuando la población himenóptera aún estaba en una fase incipiente. «Llevamos cuatro años hablando con la Consejería de Medio Ambiente, pero no tomaron cartas en el asunto cuando apenas había dos focos pequeñitos», protesta Antonio Vázquez. «Ahora está expandida por media Andalucía y los apicultores tenemos mucha presión». Justamente, a mediados de agosto se identificó un ejemplar en Montilla y las colmenas de Villarrubia, también en Córdoba, ya han sufrido ataques significativos por parte del avispón oriental. El sur de la provincia de Sevilla está afectado y se han identificado nidos en Jaén, Andújar y muchas otras localidades. «El año que viene puede ser una gran debacle para la apicultura», pronostica el responsable de COAG.
Un informe científico firmado en 2023 por los expertos Leopoldo Castro y Carlos del Pico ya anunciaba la «explosión demográfica de proporciones extraordinarias» que estaba registrando la especie invasiva en Andalucía. El dosier constataba los daños «excepcionalmente cuantiosos» que el avispón oriental estaba causando en la producción apícola por la «fuerte reducción de su productividad». En el Campo de Gibraltar, según el estudio publicado en la Revista Gaditana de Entomología, la destrucción de colmenas estaba siendo «masiva y catastrófica».