La NASA sigue de cerca a la roca espacial. Bautizada como Bennu, podría impactar contra la Tierra. Aunque la probabilidad es «extremadamente pequeña».
Un asteroide que podría acabar con el planeta Tierra. Tiene una fuerza de 70.000 bombas atómicas. La NASA sigue de cerca esta roca espacial de 500 metros de diámetro llamada ‘Bennu’. Podría chocar contra la tierra a partir del año 2135. Gracias a la misión ‘OSIRIS-REx’ de la agencia espacial norteamericana se ha logrado predecir su trayectoria durante los próximos siglos.
Desde la NASA anuncian que la probabilidad de que impacte contra nuestro planeta es «extremadamente pequeña». La precisión de la misión es de 2 metros y se estima que dentro de más de 100 años pasará más cerca de la Tierra que la Luna. Tiene una masa de 74.000.000 de toneladas.
Según Lonnie Shekhtman, de la NASA, «el equipo de OSIRIS-REx encontró una superficie llena de rocas en lugar de la playa lisa y arenosa que habían esperado hallar según las observaciones de los telescopios terrestres y espaciales. Los científicos también descubrieron que Bennu estaba escupiendo partículas de rocas al espacio».
Una probabilidad «realmente pequeña»
Ahora los científicos intensifican sus estudios sobre el asteroide. En 2135, la roca espacial podría cruzar un «ojo de cerradura gravitacional» que cambiaría su trayectoria y lo llevaría directo hacia la Tierra. Sin embargo, la NASA destaca que son muy pocos los ‘ojos’ que nos deben de preocupar.
Davide Farnocchia, autor principal del estudio, quita importancia al asunto: «Debemos tener en cuenta que la probabilidad de impacto, en general, es realmente pequeña». ‘Bennu’ viaja a 100.000 kilómetros por hora. En caso de impacto, podría liberar energía equivalente a 70.000 bombas atómicas de Hiroshima y crearía un cráter de cinco kilómetros de diámetro, según los cálculos de la agencia.
Se pronostica que hasta el año 2300 la posibilidad de un choque es de 1 entre 1.750, apenas un porcentaje del 0,057%. Dentro de estos análisis de la NASA, el mayor riesgo se predice para el 24 de septiembre del 2182, con tan solo una probabilidad de choque del 0,037%.
La NASA ha enviado muestras del asteroide Bennu a científicos para que puedan ayudar con estudios y avances en los pronósticos identificados, o también para exhibir públicamente el material de 4.500 millones de años.
«Debemos recordar que el riesgo de ‘Bennu’ como asteroide individual es menor que los riesgos provenientes de los objetos de tamaño similar no descubiertos. Por eso la NASA está haciendo un gran esfuerzo para descubrir más del 90% de los objetos cercanos a la Tierra de más de 140 metros de tamaño», ha apostillado el autor del estudio.