Los recién casados están obligados a tributar por el dinero recibido como obsequio
La Agencia Tributaria ha lanzado un recordatorio dirigido especialmente a las parejas que acaban de contraer matrimonio: los regalos en metálico o por transferencia bancaria que se reciben con motivo de una boda deben ser declarados y tributan como donaciones bajo el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones.
Expertos fiscales recuerdan que todo incremento patrimonial derivado de una donación incluso si proviene de familiares o amigos durante una celebración debe ser notificado a Hacienda. La autoliquidación del impuesto debe realizarse en los seis meses siguientes a la recepción del dinero, y su aplicación depende de la normativa específica de cada comunidad autónoma.
Según explicó Esmeralda Gómez López, coordinadora académica del Grado en Finanzas y Contabilidad de la Universidad Internacional de La Rioja, “aunque se trate de una tradición social, el dinero recibido en una boda no está exento de fiscalidad”. Esto incluye tanto el clásico sobre entregado durante el banquete como transferencias electrónicas o ingresos bancarios.
Además, Hacienda mantiene una estrecha colaboración con las entidades financieras para controlar los movimientos sospechosos, como ingresos en efectivo superiores a 3.000 euros o billetes de 500 euros, que automáticamente pueden generar una alerta.
Desde la administración tributaria se insiste en la importancia de consultar con un asesor fiscal y evitar sanciones por omitir estos ingresos. Aunque muchas parejas desconocen esta obligación, el desconocimiento de la norma no exime de su cumplimiento.