Las lluvias primaverales y la intensa floración disparan las concentraciones de polen, afectando gravemente a millones de personas alérgicas en todo el país.
La primavera de 2025 está resultando especialmente desafiante para las personas alérgicas en España.
La combinación de abundantes precipitaciones durante el invierno y un aumento de las temperaturas ha provocado una floración masiva de olivos y gramíneas, elevando las concentraciones de polen a niveles sin precedentes.
En provincias como Jaén, se han registrado más de 7.700 granos de polen de olivo por metro cúbico de aire, superando ampliamente el umbral de riesgo alto establecido en 50 granos/m³ .
Esta situación no se limita al sur del país. En la Comunidad de Madrid, localidades como Alcalá de Henares, Alcobendas y Getafe presentan niveles elevados de polen de gramíneas y olivo.
En La Rioja, los especialistas advierten que el fin de las lluvias y la llegada del sol darán paso a las semanas más complicadas para los alérgicos . En la comarca de la Vall d’Albaida, en la Comunidad Valenciana, se vive una de las temporadas alérgicas más intensas de los últimos años .
Los expertos señalan que el cambio climático está alterando los ciclos de polinización, aumentando la incidencia y agresividad de las alergias.
Las tormentas y los cambios bruscos de presión atmosférica fragmentan el polen en partículas más pequeñas, que penetran más profundamente en las vías respiratorias, intensificando los síntomas .
Ante este panorama, se recomienda a las personas alérgicas extremar las precauciones: evitar tender ropa en el exterior, utilizar aspiradoras con filtro HEPA, ventilar el hogar en las horas centrales del día y pulverizar agua en el ambiente para reducir la presencia de polen en suspensión.
Además, es fundamental seguir el tratamiento médico prescrito y consultar los niveles de polen actualizados para planificar las actividades al aire libre.
